608 páginas
Autopublicado, 2015
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Sinopsis:
Las Trompetas de Jericó tronaron desde el cielo anunciando la inminente llegada de la muerte.
Así arranca esta novela negra y de misterio, en la que cinco enigmáticos veteranos de sus respectivos servicios secretos conocen a una cautivadora adolescente, de mala vida y peor fortuna, que desatará una espiral de sorprendentes fatalidades y los arrastrará hacia un enemigo despiadado.
Un libro que, aunque pueda parecerlo, no es una novela de espías, sino una trepidante obra perteneciente al género policiaco, cargada de intriga y crímenes.
Mi opinión personal:
Por falta de tiempo y sintiéndolo en el alma, casi nunca puedo colaborar con los muchos autores que se ponen en contacto conmigo para ofrecerme sus obras. Sin embargo, cuando Pablo Palazuelo me pasó información de su libro e indagué un poco más sobre ella, no pude resistirme a aceptar su ofrecimiento y a pesar de que he tardado bastante en leerlo, debo decir que mi sexto sentido para escoger una buena lectura no me ha fallado, porque Nunca es tarde para morir me ha parecido una magnífica novela policíaca.

- Nick: De origen ruso, en la actualidad vive en Estados Unidos. Es un hombre tacaño, bastante huraño, muy observador y con un sexto sentido para captar detalles que al resto les pasan totalmente desapercibidos.
- Johan: Alemán, a pesar de su edad, es un armario, alto, fuerte y muy ágil. Aparenta una gran frialdad, pero en el fondo es una persona muy cariñosa, bondadosa y con un gran corazón.
- Louis: Como buen francés, es el seductor del grupo. Adora a las mujeres, sobretodo si son más jóvenes que él, es un conquistador nato.
- Henry: Es el ex espía americano. Anhela tener una familia y teme a la soledad, por lo que se vuelca en instruir a Marian, una joven e intrépida policía a la que quiere como a una hija.
- Terry: Inglés, aficionado a la fotografía y como buen gentleman, siempre está dispuesto a ayudar a una dama en apuros.
Louis conoce una noche a Kaylen Fox, una joven prostituta que está metida en graves problemas y decide ayudarla de forma altruista. El azar hará que la chica de increíbles ojos verdes también se cruce en el camino del resto de sus amigos, sobre los que logra ejercer, de una forma u otra, una atracción tan poderosa, que los cinco, ávidos por rememorar viejas experiencias, deciden ayudarla... aunque ello signifique poner sus propias vidas en peligro.
Lo más complicado de esta lectura ha sido conocer y memorizar los currículums de cada uno de los componentes de este quinteto. Una vez tienes claro quien es quien, la lectura se torna mucho más interesante y la acción comienza (y de qué manera!) para no dar respiro al lector hasta el final.
Me ha sorprendido gratamente el exhaustivo trabajo de documentación que ha hecho el autor para narrarnos todos los entresijos del mundo de la investigación y del espionaje y gracias a la prosa de su autor, se viven pasajes muy intensos que me han erizado la piel y confieso que otros, me han removido las tripas por la dureza de sus escenas.
Me ha sorprendido gratamente el exhaustivo trabajo de documentación que ha hecho el autor para narrarnos todos los entresijos del mundo de la investigación y del espionaje y gracias a la prosa de su autor, se viven pasajes muy intensos que me han erizado la piel y confieso que otros, me han removido las tripas por la dureza de sus escenas.
Asesinatos, desapariciones y fantasmas del pasado se conjugan a la perfección en esta obra para crear una fantástica novela negra en la que el autor juega al gato y el ratón con el lector para hacerle sospechar de todo y de todos. La trama está fantásticamente hilvanada y a pesar de ser compleja, al final todas piezas del rompecabezas encajan en su sitio y la historia se resuelve de manera excepcional.
Os recomiendo su lectura encarecidamente si queréis disfrutar de una gran novela policíaca cargada de suspense y como indica su título, crímenes de alto voltaje y grandes giros en su trama. Una historia con personajes perfectamente imperfectos, que te harán dudar de si desean ayudar a otros por propia iniciativa, o para expiar los pecados de su pasado.